viernes, 10 de noviembre de 2017

Pablo como converso





Pablo como converso. Tim 1, 12-17;
Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio
a pesar de mis blasfemias, persecuciones  e insolencias anteriores. Pero fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia. 
Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo  Jesús.

Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el peor de ellos.
Si encontré misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia, poniéndome como ejemplo de los que van a creer en él para alcanzar la Vida eterna. ¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos! Amén.

Pablo hace un resumen de su vida espiritual, pero La Biblia no va de historias personales, también, pero no se queda ahí

Va de salvación, la historia de Pablo es con sus más y sus menos la de cada uno
A todos nos ha llamado Jesús a su servicio, y, nos ha dado fuerza es decir su gracia para perseverar y lo hizo, y, lo hace sin tener en cuenta nuestros fallos que es posible yo desde luego no he sido una perseguidora, ni una asesina etc., pero no soy una santa, y, no soy una rara avis

Dios sabía lo que éramos e íbamos hacer y pese a todo nos perdona como perdono a Pablo

Pablo dice que obraba como perseguidor por ignorancia, y, nosotros cuando obramos mal, pues también
Si supiéramos el daño que nos hacemos en primer lugar a nosotros, el que hacemos a otros y no me refiero al físico, lo que le costamos a Jesús, si no es por ignorancia es que somos unos demonios

Pese al mal que hacemos unos más otros menos, nos gusta el bien, lo buscamos pedimos perdón, luchamos por la justicia, como Pablo, es porque la gracia de Dios actúa en nosotros, aunque a veces no le dejemos actuar, deberíamos imitar más al apóstol, como él imito a Cristo

Como Pablo confesamos que Jesús es nuestro Redentor y Salvador, se encarnó para salvar a los pecadores es decir a cada uno, cada pecador convertido cada vez que nos arrepentimos de verdad, confesamos a Jesús como Redentor, como Salvador, y damos gloria a Dios, porque Jesús como proclama aquí Pablo es Dios. El Dios invisible hecho visible al tomar nuestra carne