miércoles, 15 de noviembre de 2017

Debo arriesgarme a equivocarme



Debo arriesgarme a equivocarme
Si, el siervo tonto, el del talento no fue juzgado por su amo, por haber perdido el talento, sino por no haberlo invertido, si lo hubiera hecho, y, hubiese perdido, su amo, lo hubiera consolado
La fe ha de fortalecerse con el estudio y la oración, tenemos que formarnos para que no, nos engañen
Para dar razón a quien nos la pidieren
Para que nuestro amor a Dios se base en la verdad y no en sandeces
Para que no, nos atrapen las sectas
Cada uno, como pueda
Naturalmente uno ha de elegir y conocer a sus formadores, pero hablando de adultos que piensan no de párvulos, ni adolescentes
Uno sabe cuál es el límite para un católico
Quien no respete al Papa, o ataque al Magisterio, ojo respetar al Papa no quiere decir estar de acuerdo con todo lo que diga, salvo que así lo ordené, pero esa disensión ha de ser razonada y respetuosa
Que niegue la Trinidad, la Resurrección de Cristo, la nuestra, que defienda la reencarnación, naturalmente puede hablar de ello porque hay que conocerlo, pero si es formador católico su pensamiento será el de La Iglesia, eso sí la forma de presentarlo puede ser varia
Que defienda o justifique aborto, terrorismo eutanasia, pena de muerte
Que esté en contra de la búsqueda de La Unidad
Y, con esto, oración, y, usando la cabeza uno no tiene que aceptar todo lo que lee, todo lo que le dicen, pues si es preciso se corta
Y, luego se vuelve
Pero supongamos que se cuela un error, habrá sido por intentar conocer mejor la verdad, yo creo que aunque en apariencia se perdiera la fe, Dios no se enojaría, porque no habríamos sido el siervo tonto