El día que al diablo se le torcieron los planes.
El diablo satanás, y sus amiguetes lo habían dejado bien claro, Lucifer el diablo no se había cortado un ápice, no iba a cuidar de esa criatura llamada humana, que era una especie de híbrido de ángel, y animal
Pero es que cuando no sólo le dijo Dios que tenían que cuidarla sino que esa criatura llamada hombre se sentaría en el trono de Dios, y debería ser adorada.
Satanas dijo, No, Non serviam, era lo que les faltaba, él era el más bello de los serafines, el más cercano al trono de Dios, a él correspondía el trono divino, no aquel bicho llamado hombre
Y Satan fue echado, o mejor dicho él mismo y sus amiguetes se arrojaron del Paraíso
Y, con el odio a Dios llevaron el odió por aquella criatura inferior a ellos
Satan se froto las pezuñas, es una forma de hablar, pues es un espirítu
“El Enemigo, se ve muy feliz con esa cosa, pues yo se la voy a sacar, los voy hacer, enemigos, convenceré al hombre de que Dios es un tirano, para que le desobedezcan y entonces, Dios destruirá al hombre, y quien sabe, seguro me ruega que vuelva, y yo le haré el favor, y me sentaré en su trono, y el diablo en forma de culebrilla, engaño, sedujo al hombre, al hombre y a la mujer, y desobedecieron al Dios bueno, pero en contra de lo que pensaba el Diablo, Dios les perdonó, prometió que tendrían una vida más difícil, pero que de la Mujer que lógicamente no podría ser aquella con la que él, el diablo había hablado, pero sí hija suya, nacería él que le aplastaría la cabeza, a la culebrilla rastrera. Vamos que hablando en lenguaje paladino, Dios le decía a satanas, que sabía que el culpable era él, y que un hijo y una hija de Adan y Eva, un hombre y una mujer en enemistad eterna con el diablo le machacarían la cabeza, el hijo de la Nueva Mujer, él que se sentaría en el trono de Dios, lo derrotaria, para ello Dios se iba hacer un Pueblo donde con el tiempo aquel Niño y aquella Mamá naciesen
Satanas no iba darse por vencido, de su época de Serafin conservaba la virtud, ya convertida en vicio, al perder el fin que es Dios de la paciencia
Y, se pusó en marcha, tento al pueblo judío del que debía nacer aquel Niño, con la idolatría, y el pueblo cayó cientos de veces, pero Dios en lugar de darse por vencido, les perdonaba, los acogía de nuevo
Y, satanás seguía empeñado, y nació el Niño, al diablo se le oculto, solo se le dejo ver indicios, y así se encontró con el jovén Jesús de Nazaret, quien tras someterse a un rito raro llamado bautismo, se fue ayunar y orar durante 40 días, al desierto, allí el diablo en forma de viejo caminante se hizó su encontradizo, y, por si era él que venía a machacarlo, trato de que también él negase la obediencia a Dios, pero fracasó y se fue, se fue por un tiempito
Porque otro día, volvió por uno los que seguían al joven, para disuadirlo del Camino de la Cruz del Sufrimiento, y nuevo fracaso, pues siguió otro día, trato de que lo hicieran rey, de ese modo, ya él, es decir el diablo se encargaría de que fuese un rey como todos, y que Dios se quedase solo, pero Jesús huyó al monte a orar
Pero Satanas no iba a darse por vencido, así que turbó la inteligencia de algunos dirigentes judíos, y del gentil Pilato, y llevó a Jesús a la Cruz, él conocía lo que La Ley decía, “Maldito quien cuelga del madero”, así que por un lado, aquel pueblo sería maldito, por haber dado muerte y en Cruz, al hombre por él que Dios iba salvar el mundo, y el hombre en cuestión lo sería por morir en la cruz, satanas se frotaba es un decir las pezuñas, el plan le había salido perfecto, pero “pobre diablo”, aquel hombre no podía ser maldito pues era El Bendito por los siglos de los siglos, y el Hijo del Bendito, era el Hijo de Dios, y los que habían intervenido en su muerte, lo habían hecho sin saber lo que hacían, pero al mismo tiempo cumpliendo lo que Dios mismo había ordenado sobre El Cordero Pascual.
Los que satan pensaba fuesen malditos, se convertían en hijos de Dios, se sentaban en su trono, satan se sintió derrotado
Pero no se dió por vencido, se dijo seguro no era el que prometió, sería un loco, pero al 3º día oyó que había resucitado, y ni lo creyó ni dejo de creerlo
Ahora su plan era conseguir que aquellos que seguían al Resucitado, el grupito que se llamaba Iglesia,, se dividiese porque lo dividido no subsiste, y además suscitó las persecuciones, como antes las había y seguía suscitando contra el pueblo judío, para que no tuviese pueblo familia raza donde nacer, ahora promovía, la persecución de La Iglesia, para que los que se llamaban sus seguidores apostatasen y Dios los rechazase para siempre, y seguía persiguiendo al pueblo judío, por si áun no había nacido
Y, así fue a lo largo de los siglos sembrando división, persecuciones, y cosechando fracaso tras fracaso
Lo último fue convencer a un grupo de locos con destruír de forma total al pueblo judío, trás él ya sin raíces pues se haría ver que aquel pueblo sólo había sido un mito, caería la Iglesia, las gentes adorarían a los dioses germanos, es decir a los demonios, a él a satanas y a sus amiguetes, ademas su plan era perfecto pues los cristianos creían y llamaban a los judíos deicidas, así que no les iban ayudar
Pero “pobre diablo”, el pueblo judío sobrevivió, murieron muchos judíos inocentes y con ellos muchos cristianos que no dudaron en arriesgar su vida por ellos
Ahora a satanas le queda una cosa en mente en su mente perversa, se consuela a sí mismo, diciendo que a lo mejor el Hombre que iba a vencerlo, aunque se siente vencido y machado, pero se miente así mismo, y se dice a lo mejor no nació, y puede nacer de cualquier mujer, así que ahora se encarga de convencer a las madres de que maten a los bebés en su vientre a ver si así se carga al que viene a destruírlo, pero fracasa
También con las mamás asesinas, porque Dios acoge a los bebés asesinados y las busca a ella, con ansía y las rescata, si quieren de las fauces de satán
Quien con toda su cuadrilla, y los que torpemente hayan optado por él, baja la cabeza y la rodilla cada minuto en el Infierno y proclama a la Fuerza, pero lo proclama
“Jesús el Cristo, él que fue Crucificado, Es Señor para Gloria de Dios”
Bendito sea Nuestro Dios y La Santa Virgen María y maldito satán y sus amiguetes los diablos.
Cada vez que volvemos a Dios, machacamos con Jesús la cabezota del diablo-