Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor; él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará. Salmo 34
Este versículo, yo lo aplico primero a Jesús, él es el justo, pero la verdad lo había entendido mal; hasta el Domingo del Corpus
Digo que lo había entendido mal; porque lo había visto en el sentido, de que Dios sababa los males, el sufrimiento del que era bueno
Pero es que no dice nada de eso
Al contrario dice que “Aunque sufra muchos males”, es decir que el justo, él que hace el bien, la persona buena, sufre, a veces mucho, sufre de muchas formas
Claro que añade una cosa, “De todos los libra el Señor”
Los libra, pero no se los saca, eso en la Resurrección, puede haber alivio momentáneo, o cambiarse uno por otro
Al decir que lo libra, lo que está diciendo es que los males no lo dominan no le sacan la paz, la alegría interior, el gozo en el Espíritu Santo, sufren sí, pero en paz
Y, ahora voy a decir porque fue el Domingo, cuando Dios me lo hizó ver de forma doble
La primera fue en You Tube, con un matrimonio, padres de 3 hijos que contaron su experiencia de conversión, al principio cuando empezó a hablar la esposa, yo decía “esta señora de qué va, si no está diciendo nada del otro jueves, hablaba de 3 milagros que le habían pasado, luego citó la Biblia, 2 textos de Isaías que dijo, “fueran escritos para ella”. Hasta que ví la realidad, aquella mujer serena, alegre, contenta con Dios, una mujer de menos de 40 años, padecia ELA, una enfermedad horrible, estaba sufriendo, su marido y sus hijos lo mismo, pero mientras a otros un dolor de espalda, o que nos diesen el pescado sin limpiar en el super, nos pone histéricos, vamos que nos quejamos por tonterías, esta mujer, este esposo, estos hijos están alegres, confían en Dios. Dios como buscan agradarle, y, como los ama, los ha liberado de los males, que no mandan en ellos
La segunda fue una amiga, con la que me unen muchas cosas a nivel espiritual que es él que importa, esa persona que es creyente de verdad, se está quedando ciega, si ciega, ella es una persona activa, no para quieta un minuto, ahora se va ir de ejercicios espirituales.
Pues bien hablando de lo que le pasa, lo hacía con alegría, y me decía, “No, yo estoy bien, veo menos, cada día menos pero estoy bien,ni una queja contra Dios, ni un, “Yo no merezcó esto”
Ahora vienen a mi mente más recuerdos de otros que ya no están pero en los que se cumple esta Palabra de vida
Y, eso no quiere decir que estas personas estén contentas con su situación que les de lo mismo, que no quisieran curarse, no, no son sádicos
Que no tengan momentos de caída, de llorar, de quejarse a Dios, sí, y está muy bien, es lo que hace Job, pero sobre todo, fue lo que hizó Jesús, pero ese quejarse no es rebeldía, es el llanto del hijo pequeño. Saben que Dios de todo saca bien. Es lo que dice otro Salmo
“Como niño destetado, acalló y sereno mi alma en brazos de Yhv”.