A veces cuesta reconocer a Jesús en medio de la tormenta, por qué como va haber tormenta sí esta él
A veces en nuestra vida, en La Iglesia se levanta tormenta, las cosas no se ven claras, pasan cosas malas, abunda el pecado, el mal acecha por todos lados, y, no el mal físico, no la impiedad humana
Los que siguiendo a Jesús tendrían que ser ejemplo, no lo son, y no pienso solo en la pederastia, que también sino en cristianos sean laicos o religiosos, y, cristianos que se dicen tales bendiciendo defendiendo crimenes como el aborto, la eutanasia, pretendiendo que personas del mismo sexo se casen por La Iglesia, defendiendo el cambio de sexo sin motivo alguno etc.
La propia cobardía de cada uno, para denunciar el Mal
El ataque al romano pontífice, por quienes le deben obediencia, cristianos perseguidos de muchas maneras
Y, entonces ante esta situación tormentosa, nos preguntamos
¿Estará Jesús con nosotros, porque sí está no puede estar pasando esto?
Entonces recordamos que esta, pero medio dormido, precisamente porque está el mal no arrasa, y el bien se va abriendo paso pero lo precisamos despierto bien despierto
Por eso como Pedro Y Juan y todos hasta Iscariote, le gritamos
“Despierta Señor, que nos hundimos, o es qué no te importa”
y, él se despereza y nos dice, “que poca fe tenéis”
Y, de pronto vemos como la tormenta empieza amainar, vemos la fortaleza de los mártires, la conversión de alejados, unos que hacían el mal, y, ya no lo hacen, nos vemos pecadores pero amados y tenemos fuerza de pedir perdón, y, recomenzar, y hablamos y vivimos sin miedo al mundo
Aunque Jesús para probarnos vuelva a dormirse o hacerse el dormido, en la próxima tormenta, que de no estar él presente nos engulliría.