domingo, 26 de junio de 2022

El desprecio a La Palabra de Dios


El desprecio a la Palabra de Dios
La Palabra de Dios, La Biblia en este caso, no es una palabra cualquiera. 
Jesús es La Palabra de Dios, sí es un sacrilegio despreciar o profanar La Eucaristía, el mismo es despreciar  La Biblia
No se trata de tener la Biblia en un atril, al contrario, La Biblia debe ser un libro muy gastado, que cuando hay que reemplazarlo se deja en la iglesia, o se quema, no se puede tirar
Despreciar La Palabra de Dios
Es en primer lugar,  no obedecerla, negar lo que dice, diciendo que ahora son otros tiempos
Es ponerla por detrás de lo que supuestamente ha dicho, que le han dicho unas apariciones a Fulanito, o San Fulanito
Es  negarse a su estudio,, cuando puede hacerse, o no escoger los profesores como es débido
Es no orar con ella
Es cuando en Misa se proclaman las lecturas, estar pensando en San Emerenciano del bosque pérdido, o rezando a La Virgen

Es si uno se ofrece a hacer la lectura, es decir a proclamar La Palabra, no haberlo preparado antes, y, leerlo como si estuviese leyendo la prensa, olvidando que está prestando su voz a los profetas, patriarcas, apóstoles
Es si eres sacerdote o diácono no haber orado y meditado, para  “vomitarla” bien sobre el pueblo, dandole una homilia, que sea Palabra de Dios digerida para cada niño, como la madre que lacta a su bebé, y le da con su leche, lo que ella ha comido, así el sacerdote, el diácono, o el obispo, en el altar, cuando dan la homilia, deben ser como la madre que amanta a su bebé, dar lo que han recibido de La Palabra
En lugar de tonterías, y, de trata a veces a los fieles como a grillos sin cerebro
Despreciar la Palabra de Dios, es decir y pensar bueno, si ahora La ONU, dice que hay más de 2 sexos es verdad, cuando La Biblia dice que Dios creó hombre y mujer, es decir no hay más que dos sexos, lo dice el Fabricante, ante Él La ONU es un montón de estiércol putrefacto

Respetemos y veneremos La Palabra de Dios
Una forma de empezar a tomarla en serio es con el Rosario, y, la liturgia de las horas.