Mujeres valientes XXXIII La Samaritana.
Se trata de un personaje femenino, al que La Biblia, en concreto, el capítulo IV del Evangelio según San Juan, no da el nombre. Pero podemos prescindir del mismo
Los samaritanos podríamos decir que eran, los heterodoxos del judaísmo, formados por una mezcla de judíos y gentiles, con los que se había repoblado el territorio de Israel, tras el exilio de Babilonia; como sabemos al morir Salomón, el país se dividio en 2 reinos, Israel, al Norte, y, Juda al Sur, el territorio del Norte Israel es lo que sería Samaría
Como La Ley prohibía el convivir y casar con gentiles, y, ellos lo habían hecho, además habían construído un Templo en el monte Gorazaín, que rivalizaba con el de Jerusalén.
Eran odiados por los judíos, era preferible un gentil, a un samaritano.
Y, con esto ya podemos conocer a nuestra valiente protagonista de hoy; una tradición popular, le da el nombre de Fotina, y, lo voy usar
Fotina se dirige como un día más al pozo a sacar agua, y, entonces ve un hombre sentado al brocal, descubre por sus ropas que es judío; y, piensa “lo que faltaba, qué querrá ese”
El hombre, es decir Jesús, alza la vista, y, sin más como si la conociera de toda la vida; le dice
“Dame de beber”
Fotina, sin acercarse responde
“Cómo tú un judío, me pides de beber a mi, una samaritana, pues no se tratan judíos y samaritanos”
Y, aquí se inicia uno de los coloquios más hermosos, de toda La Escritura, diría de toda la literatura, está en Evangelio según San Juan, capítulo 4. Recomendable para todos, también para los no creyentes, que amen la buena literatura.
Sigo, por qué le llamó valiente a esta mujer
Por todo esto
Primero al ver a un joven enemigo de su pueblo, eso eran los judíos, no escapo corriendo
Respondió a su petición
Inició un dialogo
Se expuso no lo conocía
Pero eso aún es poco, aunque sea mucho
Llega un momento en que Jesús le dice, que vaya buscar a su marido
Y, ella tiene la valentía de no mentir, ni ocultar nada, no tiene marido
Y, cuando Jesús le descubre que dice la verdad no tiene marido, tuvo 5, ahora vive con uno que no es su marido
Ella tiene la valentía de no negarlo; y, marcharse,y de confesarlo profeta. de preguntarle sobre temás de su Comunidad samaritana, y, de la judía, pregunta por ejemplo, lo relativo al culto en el Templo de Gorazaín, frente al de Jerusalén
Y, ante la respuesta de Jesús diciéndole
“Creeme mujer, vosotros, adorais a Uno que no conoceis, nosotros adoramos a Uno, que conocemos; porque la salvación viene de los judíos, pero llegará el día en que ni en este monte(Gorazaín) ni en Jerusalén deis, culto al Padre, porque el Padre es Espíritu y los que lo adoran, han de adorarlo en Espíritu y en Verdad; tal son los adoradores que el Padre busca”
Ella le habla del Mesías, en él que creían tanto judíos como samaritanos, y, cuando Jesús le confiesa que es Él; tiene el valor de ir a comunicarlo a sus vecinos, y, ese es el gesto más valiente, casi heroico
Para sus vecinos corre el riesgo, de rechazo, ha hablado con un enemigo del pueblo, encima viene diciendo que “Es el Mesías”
Es una traidora a los suyos
Otra en su lugar, no hubiera dicho nada, pero ella lo comunica les dice que vayan a comprobarlo, y, el resultado en el ya citado capítulo de Juan.
Una mujer que no se ha atenido a los cánones, que ha ido más allá.
Una mujer a la que no detuvieron los prejuicios religiosos, por muy motivados que pudieran estar.