Mujeres valientes XXXII. La madre y las hijas mártires de Algemesí
María Teresa Ferragut Roig; nacida el 14 de enero de 1853, casada a los 19 años con Vicente María Ferragut, con el que tendría 9 hijos, 6 de los cuales se consagraron a Dios en religión.
María Teresa era mujer de auténtica vida cristiana, no de “beatería barata”. Miembro de las hijas de San Vicente de Paulo, por medio de lo cual ayudaba a los necesitados
Su hija María Vicenta, nace el 12 de enero de 1882, a los 18 años ingresa en las clarisas capuchinas, tomando el nombre de María Jesús, hace su votos en 1900
María Verónica nace el 15 de junio de 1884, ingresa en el mismo convento que su hermano, emitiendo sus votos en 1903
María Felicitát, nace el 28 de agosto de 1890, ingresando en la misma orden que sus hermanas, y, emitiendo sus votos el 26 de abril de 1913
Josefa Ramona nace el 10 de junio de 1897, no se sentirá atraída por la Orden de las clarisas, e ingresará en la de los agustinos, con el nombre de Josefa de la Purificación.
En 1931 con la llegada del gobierno republicano, salen unos días del convento, para estar con su madre, pero vuelven al mismo.
Sin embargo en 1936 al estallar la guerra incivil. Son obligadas a dejar sus conventos, y, las 3 clarisas y la agustina se refugian en casa de su madre, el padre ya había fallecido, la madre María Teresa, procura que tengan en su casa la misma vida que en el convento
El 19 de octubre, se presentan en la casa los milicianos para llevarse a las religiosas, la madre les hace frente, y, les dice que si llevan a sus hijas tendrán que llevarla a ella también
Así pues es detenida junto con sus 4 hijas, y son conducidas al convento cisterciense de Fons Salutis, que les servía de checa, alli permanecieron 8 días conscientes confiando en Dios, sabiendo que iban a morir
El 25 de octubre, festividad de Cristo rey, las sacaron para asesinarlas fusilandolas, quisieron por la edad 83 dejar libre a la madre, pero ella se negó
Al llegar al lugar donde iban asesinarlas, quisieron matar primero a la madre a María Teresa, para evitarle el dolor de ver matar a sus hijas, pero ella, viendo que decían obscenidades a sus hijas, temió las violasen, y, quiso ser la última en ser asesinada
A sus hijas les decía
“Hijas mías sed fieles a vuestro Esposo celeste, no consintais los halagos de estos hombres; la muerte es un momento El Cielo es para siempre”
Vió morir ante ella a sus 4 hijas, pudo comprobar que no eran ultrajadas
Al final entregó ella su vida, las 5 murieron con el grito de Viva Cristo rey, y, perdonando a sus asesinos
Uno de ellos exclamó al morir Josefa, “hemos matado a una santa”
Cuando Pío XII, conoció el hecho, dijo que María Teresa era una nueva, “Madre de los Macabeos”.
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