domingo, 2 de mayo de 2021

Mujeres valientes XXVIII. Teresa de Calcuta


Mujeres valientes. XXVIII Teresa de Calcuta
Teresa de Calcuta, nace como Agnes Gonxha Bojaxhiu; en Macedonia del Norte, en 1910, actual Albania. 
Con 18 años entró como religiosa en la orden de Loreto, y, con estas religiosas parte para La India, allí será profesora de geografía en un colegio para niñas católicas, aunque ya entonces Teresa esta cercana de los que sufren
No es hasta la década de los 50 del pasado siglo, cuando viajando en un tren observa el dolor de las gentes abandonadas, de los niños de los enfermos que mueren en la calle, y, siente que Jesús la llama a servirlos, a llevarlo a ellos
Por  eso con otras compañeras, abandona el convento, y, en el templo dedicado a la diosa Kali, la diosa de la muerte, ella pone su primer centro de vida, su primera casa, donde acogerá y llevará a los más pobres de los pobres
Pero Teresa es una monja ligada por el voto de obediencia a una comunidad religiosa, se le insta a volver, la Iglesia no acaba de dar su aprobación, pero ella no se rinde
Al fin llega la autorización de su orden por parte de la Santa Sede, se multiplican las casas de acogida
Aunque Teresa es católica, y, desea llevar a todos a Cristo, sin embargo no fuerza de ningún modo una conversión es más les enseña a cada uno a ser fiel a su fe, y, les proporciona los auxilios de su religión, pero a quien le pregunta por la suya, le habla sin importarle si le gusta o no lo que escucha
En 1977 le dieron el Nobel de la Paz, una de las pocas veces que se dió con Justicia, en el acto de entrega, no los alabo al contrario, como una profeta les echo en cara su hipocresía, los acuso del asesinato de los no nacidos, del abandono de los viejos
Al estallar en 1980 la epidemia del Sida, siente que tiene que estar también con esos pobres enfermos, ella no para en si son homosexuales, drogadictos, prostitutas, ella sabe que son Cristo, abre casas en todo el mundo para atenderlos
Nadie sabe que atraviesa una larga noche oscura, que lucha contra ella,, y, sigue ahi sirviendo no por dinero, ni fama por amor a su Esposo al que ahora ve lejos, pero sabe está cerca
Un periodista que vió lo que hacía, le dijo, “madre Teresa yo lo que usted hace no lo hago ni por un millón de dólares”
Teresa lo miró y le dijo, “Yo tampoco, ni por cien millones”
Por qué lo hace entonces
“Por amor a mi marido”
El periodista, que era ateo, no entendió nada, dio media vuelta y se fue, pero meses más  tarde volvería para colaborar, y, acabaría siendo sacerdote. Claro que eso fue cosa del marido de Teresa
El no rendirse, el optar por los que nadie quería, él decir las verdades del barquero a todo el mundo, es prueba de que Teresa, o Agnes, fue una mujer valiente.
Próxima Vasti reina de Persia