“No mirar atrás cuando se ha optado por Dios”
Y, no pienso en vocaciones especiales, que sí, también, sino
en el día a día, cuando uno libremente, tras pensarlo bien, hablarlo con Dios
en la oración, haber pedido consejo, si fue necesario, ha decidido, seguir un
camino, hacer algo que le lleve a servir mejor a Dios, a conocerlo, mejor, esto
último imposible, no puede ni debe, andar buscando otros caminos, salvo que se
le presenten, y, lo vea claro, pero no puede por complacer a nadie dejar
aquello, en lo que se embarcó.
Aunque nadie lo entienda, incluso entre creyentes, porque
nadie lo entiende más que él que lo recibe
Y, no es preciso que el camino elegido tenga que ver
directamente con la Iglesia, si uno ha sentido que su deber es ir jugar a las
cartas con los viejos ateos de un asilo, y, esa ha sido su conclusión final,
eso es lo que Dios quiere, que haga, no que vuelva a la parroquia, a leer en
Misa, si claro que vaya a Misa.