Cómo vivir el profetismo
Vivir el profetismo es no apagar el fuego del Espíritu
Santo, no dejar la oración persona, bíblica, litúrgica, Sacramentos, es
formarse continuamente, es vivir el apostolado dentro de La Iglesia.
Es vivir en comunión con Pedro, con el Pedro del momento,
con La Iglesia unida a él, no con lo que dijo tal o cual santo, por muy
canonizado que este, pues no todo en los santos fue santo, y, lo son ahora, no
lo eran entonces, y, puede que en su momento fuese bueno, pero si en el actual va
contra lo que Pedro, el Papa dice, pues ni caso, mucho menos a lo que diga
cualquier otro, sea cura o laico, u, obispo.
Es saber que por el bautismo, soy miembro de un pueblo de
profetas, pero no tenerse por tal
Es denunciar el Mal, allí donde está, la injusticia, en
unión de Cristo, Cabeza del Cuerpo místico del que somos miembros, sin importar
si se ofenden políticos, el mismo rey, si fuere el caso, amigos, o parientes denunciarlo con la palabra, y,
sobre todo con la vida
Es mostrar el Bien donde se halla, del mismo modo que se
denuncia el Mal, es mostrar el Bien donde se hace, y, reconocerlo incluso fuera
de La Iglesia visible, es reconocer los propios errores.