En la carta a los efesios, dice Pablo que Jesús hizo de los
dos pueblos, el gentil, el griego, y, el judío uno sólo en su Cuerpo,
derribando el muro que los separaba
El primer domingo de Adviento de 2018. Dios me lo aclaro por
medio de un rabino, un paisano y colega de Jesús en el programa Shalom, un
profeta
El griego recordaba el rabino, tenía en su centro al hombre,
y, esto es un error, pues el hombre, cambia es relativo, lo que hoy está bien
mañana no, y, al revés
El judío tiene en su centro a Dios, por eso sabe que La Ley
de Dios no cambia, no puedo matar no puede despreciar a otro porque me caiga
mal
Y, que pasa con los cristianos
Que nuestro centro es Jesús de Nazaret, que es un hombre
judío, un hombre un ser humano, y, en él todos los hombres a los que se ha
unido, ahí estaría el deseo griego, pero Jesús es Dios, el Verbo encarnado, por
eso al poner a Jesús en el centro, estamos poniendo a Dios, lo que hace el
judaísmo
Dios y hombre en el Centro, resultado de la Encarnación
Y, esto además y vuelvo al rabino del programa, porque Dios
está en el interior de cada uno, por eso todos buscamos el Bien, incluso los
que hacen mal, en las situaciones de peligro, todo hombre llama a Dios, porque
lo tiene dentro, y, cuando uno se domina ante él que lo ofende y, no le
responde de igual modo es porque eso está dentro del, Dios esta dentro.
Las velas recordó el rabino que hablaba de la fiesta de las
luces. Recuerdan que Dios es Luz, además del milagro que sucedió en el 2º
Templo, pero los cristianos, si sabemos que Dios es Luz, y, su mayor milagro
superior al del Templo santo de los judíos, es encender su Luz, su Amor, su
Gracia, en el Templo cuya santidad supera al viejo Templo judío que somos cada
uno de nosotros
Domingo 1º de Adviento, reflexión cristiana basada en el
programa judío Shalom
Israel nuestras raíces
Bendito sea siempre el Santo pueblo judío