No es que lo ciegue en sentido
físico, sino espiritual el soberbio se cree dueño de la verdad, por eso aunque
diga lo contrario rechaza La Palabra de Dios, “escucha” en la Biblia, y, en
La Iglesia, su propia voz, se aferra a
viejas tradiciones, no a la Tradición divina, se forma su “autoconciencia”, y,
contra eso, choca la visita de Dios
Él el soberbio está por encima de
todo, de la Palabra de Dios, de todo, lo que no le guste, lo que él no
entienda, está mal, si es católico, el pontífice del soberbio es él mismo, o su
panza, aunque lo disimule acudiendo a otros conceptos
El sencillo, el humilde por su
parte, aun careciendo de conocimientos sin culpa suya, si es el caso, confía en
Dios, en su misericordia, escucha, y, acoge su Palabra, buscando hacerla vida,
obedece a La Iglesia, aun sin saberlo, acoge La Tradición divina, y, si es
católico, se somete a la autoridad del romano pontífice, por eso Dios habita en
él de un modo más claro, y, lo va llenando de su sabiduría