sábado, 29 de diciembre de 2018

A los de Emaús, les arde el corazón con la palabra




A los de Emaús les arde el corazón con La Palabra, pero sólo lo conocen al partir el pan
Desde el momento en que se encuentran con Él, con el desconocido petulante, él que les llama necios, y, empieza explicarles Las Escrituras notan algo, sienten un calorcillo interno, se dan cuenta de que era eso, lo que andaban buscando, pero aún  no lo tienen a Él les falta algo, algo importante, pero cuando lo han invitado a quedarse, y, él parte el Pan, ahí en La Eucaristía, ahí lo reconoce, ahí tienen a su Maestro, ahí saben que vive

Del mismo modo nosotros

En el estudio de la Biblia, en la oración personal y bíblica, sentimos que esta cerca, salvo cuando esta juguetón, y, se nos esconde, pero de cualquier forma por la fe, sabemos que está ahí
Pero es en La Eucaristía, sobre todo en La Comunión donde, sabemos que vive, o que somos idiotas, pues si Jesús no estuviese en el pan, seríamos unos imbéciles idolatras que adoran y hablan, a un trozo de pan, y, una copa de vino

Si los de Emaús,  se hubiesen despedido del petulante, nunca hubieran sabido quien era, las palabras que les quemaban el corazón se acabarían apagando

Si leemos aunque sea de forma orante La Biblia, como cualquier otro libro de espiritualidad, si, no lo llevamos a la vida, si no acudimos a La Eucaristía, poco a poco será letra muerta

Y, hasta se puede dar el caso, de que digamos, que perdimos la fe, por culpa del estudio de la Biblia, cuando la perdimos por no tratarnos con su Fuente