“Maldito quien de vuelta al Evangelio”
La frase es de San Pablo, no se trata de las maldiciones en
las que solemos pensar, sino todo lo contrario, es la constacción de un hecho
“quien da vuelta al Evangelio”. Se pone fuera de la
Salvación, se hace él maldición
Y, dar la vuelta al Evangelio, no es otra cosa, que
acomodarlo, a los propios caprichos, a lo que convenga
Ayer leía en, “Religión en libertad”, un artículo de “Los 3
mosqueteros”. En el cual decían que el segundo mandamiento, ha sido retocado
Antes era, “Amaras al prójimo como a ti mismo”
Ahora es, “ayudaras al pobre con caridades”
Lo cual es mucho más fácil, no compromete
Ya no se ama, al vecino, al vecino incordiante es más ni
siquiera sabemos que existe, el bueno tampoco, ni al pariente, ahora no se
ofrece un hombro para llorar, ni se ríe con el que ríe, no se comparten
alegrías, duelos aun, pero ya menos
La gente, va sólo donde hay
faltas económicas, y, eso desde la superioridad, pero no donde hay falta
de afecto
Pedro ayudo a levantarse al paralitico porque lo amaba, en
Jesús. Si Pedro fuese como somos hoy, habría seguido de largo, no llevaba nada
para darle
Pues bien eso es dar vuelta al Evangelio
Otra forma es manipular el mandato de Jesús de “amar a los
enemigos”, dejando a los cristianos y judíos indefensos frente al Islám yihadista. Por ejemplo
Y, el caso es que todos, yo la primera, tú que lees el
segundo somos culpables, y eso nos hace “maldito”, mientras no cambiemos, pero
eso es trabajo de Jesús