sábado, 2 de diciembre de 2017

Orar la vida 2





A Jesús

Para amarte, Señor, cual me pediste, 
no necesita mi alma tu promesa; 
yo te amaría siempre, aun sin esa  venturosa mansión que prometiste.

Toma todo, Jesús, cuanto me diste,
 pequeño pago a  tu sangrienta empresa

Mirándote en la Cruz no me interesa
 el ganar o le perder; tú me rendiste

Me  has ganado al mostrarte palpitante, 
pendiente de un madero agonizante,
 toda tu sangre por mi amor vertida.

No me fuerza el temor; de amor herida,
 al compás de tu pecho jadeante

Te doy todo el amor toda mi vida.  Mercedes Iribarrem

 A la Virgen Madre

Señora y Madre de Dios, 
que aunque estés de gracia llena, 
sufres y lloras rezando el rosario de tu pena

Cada cuenta de dolor es una lágrima pura
 que perdona para siempre mi pecado y mi locura

Arrepentido te imploro que riegues el pecho mío
Con lluvia de bendiciones,
 como un celestial rocío

Dolor y traición del huerto,
 golpes y fieras espinas y una calle de amargura 
cuando a la muerte camina

Jesús en La Cruz se muere entre la tierra y el cielo,
 pera volverá a la vida, y esa luz es tu consuelo.

Yo también tengo un calvario; no me dejes,
 ven conmigo, 
Madre mía del Rosario. José María González de Quevedo

A Jesús

Jesús que pasaste por la vida 
y acabaste en pasión, 
me admira tu pasividad humana y divina.
Cuando sentías sed junto al pozo de Jacob 
y pediste a la samaritana que sed calmara, 
sabiéndola pecadora y de vida desordenada.

Me admira tu pasividad humana y divina

Cuando sentías sed en la agonía de la cruz 
y te dieron amargo vinagre
Tú perdías mucha sangre

Jesús paciente, y, humilde de corazón,
 me admira tu pasividad humana  y divina,
 me admira tu amor. Francisco Javier Zapata Núñez
Al Dios Trino

Oh Dios, tú eres bueno y tu misericordia no conoce límites; a ti se eleva la alabanza de toda criatura.
Tú nos has dado una ley interior por la cual debemos vivir;  hacer tu voluntad es nuestra misión; seguir tus caminos es conocer la paz del corazón.

Guíanos en todas las sendas por las que peregrinemos en esta tierra; líbranos de todas las malas tendencias que conduzcan nuestros corazones lejos de tu voluntad, nunca dejes que nos alejemos de ti.
Oh Dios autor de la paz y la justicia. Danos alegría verdadera y auténtico amor, y una solidaridad duradera entre las personas

Danos tus dones eternos., amen. San Juan Pablo II

A Jesús Eucaristía

Tú vienes, Señor, tan blanco
  escondido en la hostia nueva que me das cada mañana, 
y yo me veo en tinieblas

Tu vienes tan silencioso,
 con ser La Palabra eterna, 
y hay en mi tanto alboroto,
 tantas pasiones vocean

Tú vienes buscando amores
 con el beso de tu entrega,
Y esta tan fría mi alma,
  cuando me acerco a tu mesa

Pero ven, Señor, no tardes
Tú lo dijiste. ¿Te acuerdas?
Que sin Ti no puedo nada
Ven que mi alma te hambrea
 y es el pan de los trigales el único que da fuerzas
 al barro para ser ángel,
 para ser luz la tiniebla
Ven, Señor, ven, ya no tardes,
 que se hace larga la espera
Ven y sacia mis anhelos,
 con el pan de tu presencia.  Montserrat Maristany


Señor tú has sido admirable
Señor, tú has sido admirable conmigo, 
durante toda la vida; en adelante no me abandonarás: lo sé,
 aunque no tengo derecho alguno sobre Ti.

No me dejes seguir mi camino sin pensar en Ti,
 que busque tu voluntad en cada decisión
 y tu bendición en cada acción.


A ti me entrego totalmente. John Henry Newman. Cardenal inglés