El Censo. Camino de Navidad
Aunque muchos lo nieguen, sin dar argumentos sólidos, solo
porque sí, no me convencen, no hacía falta para nada, ya que Jesús por ser de La Casa de David habría nacido en Belén independientemente del lugar
físico de su nacimiento real
Menos falta hacía un censo, de hecho Mateo, se limita a
decir que nación en Belén
Por otro lado, Lucas da muchas pistas sobre el mismo, sobre
el censo
Dios había prometido a María hacía unos meses, que el hijo
que iba concebir, recibiría el trono de David, reinaría, pero ahora a poco de
nacer tienen que partir a toda prisa porque un emperador ha decidido contarlos
como si fueran animalitos objetos
Encima no encuentran sitio al llegar, no que la gente fuera
mala, no simplente no había sitio adecuado para ellos, un día el niño que aun
estaba en su seno, dira, “las raposas tienen cuevas, el hijo del hombre no
tiene donde reclinar la cabeza”,
empezaba por no tenerlo, el sitio más digno no era la posada, era una
cuadra porque los animales si conocen a su dueño, ellos siguen la ley de su
instinto que es para ellos la voz de Dios
Tampoco importa mucho, si los hubo o no, lo más seguro es
que no, ellos son el símbolo de los gentiles que sabran aceptar al Niño cuando
sea un crucificado del que les diran ha
resucitado, mientras que su Pueblo seguirá sin enterarse
Lo correcto hubiera sido que les hicieran sitio, que fuera un huésped a la cuadra, pero para
ello tenían que saber quien era, y, solo veian un pobre matrimonio, nada que
comparar con el rico mercader
Y, como todos se preguntarían que iban a ganar, con renunciar al huésped rico por la
pareja pobre, qué voy a ganar por vivir en cristiano
Y, es que para acoger a Jesús y a sus padres hay que echar
muchas cosas de la posada, del interior, es que son muy exigentes
Por eso optamos a veces por no recibirlo
María y José, siguen creyendo, no vino un ángel visible
ayudarles en el camino, son como los refugiados, los sin techo. María sabe que
Dios tiene su modo de actuar, y, a fin de cuentas, Ella es su Esclava y, un
esclavo no pide cuentas a su amo