Maria enseña la obediencia
responsable a Dios
María como Jesús es modelo de
obediencia, pero de una obediencia responsable, ella siempre dijo, “Sí” a Dios
pero no a lo loco, sin saber si lo decía a Dios, o no
Primero era una mujer de oración
profunda, de sopesar ante Dios lo que
sucedía
Cuando la visita Gabriel, ante el
saludo, ella reflexiona, no se deja de buenas a primeras deslumbrar por el
piropo
Cuando el arcángel le anuncia la
Encarnación, pregunta el cómo, una forma de asegurar que viene de Dios
El evangelio, nos la presenta
meditando en su corazón, es decir repensando, viendo en ello la Mano de Dios
Por eso, su fe no se pierde al
tener que huir a Egipto, ni cuando muere José, ni cuando Jesús se va predicar,
ni cuando muere en La Cruz
Ni duda del Amor de su Niño,
cuando Jesús dice, que mejor que ser su madre es escuchar la Palabra de Dios,
y, cumplirla, que quien eso hace es su madre
María al oírlo, ya fuera directa
o indirectamente, diría. “ay mi niño, como quiere a su mamá”