Dios se humilla haciéndose pan y
vino
Es San Pablo quien en la carta a
los Efesios, nos habla de la Kenosis, del Verbo de Jesús, la palabra Kenosis es
una palabra griega intraducible, que viene a ser algo así, como “vaciamiento”;
El Verbo se habría “vaciado su condición divina”, naturalmente, al encarnarse,
al hacerse hombre, el Verbo, Jesús una vez hecho hombre, no deja de ser Dios,
pensar eso sería un absurdo, pero esa
Persona divina que es Jesús, renuncia a sus privilegios, Jesús no toma una
naturaleza impasible, se encarna en la naturaleza humana, lo único que no le
toca es el pecado, y, esto en cuanto a ser
como hombre autor del mismo, porqué sufre sus consecuencias, por eso dice Pablo
que se encarnó en carne de pecado, y,
más todavía se hacer cargo de nuestros pecados, y, muere como un maldito en La
Cruz, pero el Padre lo resucita, Él se resucita en cuanto Dios, ahora su
humanidad esta glorificada, se podría decir que Dios ha abandonado su Kenosis,
Dios Hjo pero no, ya lo pensó antes en cuanto hombre de ser muerto en La Cruz,
le quedaba algo inimaginable la mayor de las Kenosis, ofrecerse como alimento
bajo la forma de pan y vino, convertirse en cosa en objeto manipulable,
exponerse a ser profanado, para estar esperando, para venir al que lo recibe,
y, para juntarlos a todos
Dios se humilla aún más
haciéndose pan y vino