Jesús y Pedro las apariciones
En las apariciones o encuentros
de Jesús glorioso con Pedro, hay muchas enseñanzas
Resumiéndolas en dos
La primera cuando está en la
barca
Al oír a Juan, “Es el Señor”, es
decir al descubrir gracias a su amigo, que Jesús no era sólo el Mesías, sino el
propio Adonai, el Señor, es decir Dios, Simón Pedro que es judío y piensa como
tal; actúa como ordenaba la Thora, cuando se iba al altar de Dios, cubre sus
muslos con una toalla, El Levítico lo dejaba bien claro, por respeto al Señor,
no se podía mostrar la desnudez, el sacerdote debería usar unos calzones, aquí
usa la toalla, es la forma de confesar, la divinidad de Jesús
La segunda es el encuentro
privado, cuando Jesús lo interroga, sobre su amor, Pedro aprendió de sus
negaciones a no fardar, ahora sabe que puede ser infiel, porque ya lo fue, pero
sabe también que ama a Jesús y que Jesús lo sabe
Se le hace dura la misión, estar
en el lugar de Jesús, por eso se escuda en Juan, pero ante Jesús no valen
excusas, él no llama en grupo llama uno,
uno, Pedro tiene su misión, Juan la suya