Justicia, piedad, unidad
Justicia, porque todos somos culpables, o lo fueron nuestras
Iglesias de la ruptura, en realidad lo fuimos los católicos por partida doble,
porque desde el impío adultero, Enrique VIII, a los reformadores como Lutero,
Calvino, eran católicos
Católicos eran también los que se
negaron a escuchar, que razón no les faltaba, sobre todo a Lutero, Reforma
hacía falta, aunque el camino escogido no fuese el más acertado
Justicia, porque unos y, otros
nos hemos sacado los ojos, insultándonos
Justicia que tiene que ser
conocernos, y, conocer lo que sucedía entonces, pedirnos perdón, reparar
brechas
Piedad, no piedad caramelizada,
sino bíblica, que nos lleve a orar unos con otros, y, unos por los otros, y, a
pedir oraciones unos a otros
Unidad, proclamar gritar al mundo
aquello que nos une, y, trabajar juntos, por la extensión de Reino
Nos une, una verdad que
confesamos estos días
“Que el Verbo por obra del
Espíritu Santo, se encarnó de María Virgen”