domingo, 21 de abril de 2024

Miedo a la libertad


Miedo a la libertad

Hay personas que tienen miedo a ser libres, miedo a equivocarse.

Tenemos miedo a equivocarnos porque aún que no lo confesemos abiertamente, nos creemos infalibles

Con una infabilidad un poco rara. Creemos que saltando o escapando de ciertos lugares, o hechos seremos los vencedores, los infalibles

Que amarrados a las cadenas volaremos todo lo alto que podamos, y queramos.

La verdad es que no; caeremos de nuevo al fango

Tenemos miedo a la libertad y miedo a que otros sean libres, se ve en las redes sociales, se ve en las noticias, lo vemos cada uno en cada uno

Nos gusta que todo se nos dé, masticado. Que no haya dos o tres opciones buenas. Que el otro pueda ser distinto a mí, y ser tan malo como yo. Es que Bueno solo es Dios, lo dijo su Hijo

Mejor seguir en “Egipto”, que nos dará trabajo, nos considerará de tercera, pero nos zampamos unas tortillas de calabacín con puerro que no lo salta un gitano, o mejor dicho un egipcio. Y no ese maná insípido, que nos brinda ese Moisés.

Esto sacado de la protesta de los judíos, que echaban en menos las verduras de Egipto, y querían volverse, porque era más cómodo

Y, para que no pensemos que es solo cosa de judíos, es decir de creyentes en el Único, ahí tenemos el mito de Platón

No hay que salir de la caverna, porque no sabes lo que te vas encontrar

Luego vino Aquel judío, de La Casa de David. Y dijo que La Verdad hacía libres, él era es La Verdad, y venía a liberarnos

Hacernos libres

Pero este hombre, este Jesús qué se ha creído, hacerme libre

sí yo quiero, si queremos seguir encadenados , aunque llamemos a nuestros amos o cadenas, progreso, tradición, conservadurismo, derechos que me invento, comodidad, persona de orden...

No, nos quedó otra, tuvimos que matarlo, lo crucificamos. Teníamos que defender nuestra esclavitud

Pero es tan libre este chico, que se levanto del sepulcro, vivo, hermoso, radiante y libre. Y sigue empeñado en hacernos libres

Menos mal, que hay una Mujer una señora judía, que nos ha dado la clavé

Nos ha dicho, nos dice. “Sí no os gusta ser libres, si queréis ser esclavos, cambiad de amo”

Reconoceos como esclavos de Dios, y así en lugar de vuestra libertad y la del mundo. Haced solo la suya, aceptad solo la suya, sed y reconoceos propiedad suya. Sus esclavos, esclavos de Dios

Parece bonito, y fácil y seguiríamos siendo esclavos, sin tener que ser libres, con el miedo que da

Pero dicen los que lo han practicado, los santos. Que eso es una trampa, una bendita trampa. Que cuando lo haces, cuando lo vives, resulta que te vuelves enteramente libres

La Señora judía sonríe, Ella fue la Primera que se declaró, “Esclava del Señor”, es la Mamá del chico que tuvimos que crucificar. Todo queda en Familia.