El Señor trastorna el camino de los malvados.
Lo trastorna, lo tuerce de muchas y variadas formas que la mayoría de las veces nos quedan ocultas
Lo usa como prueba a los que le son fieles
Como corrección y castigo del mismo malvado
Para sus fin santo, pues hace concluir todas las cosas para el bien de los que ama
Para castigo en sí mismo del propio malvado, para que viéndose despreciable ante su propia conciencia, coja la mano, que le tiende y se dejé salvar
Porque Dios como nos dice él mismo, en La Biblia, no quiere la muerte del impío, sino que se convierta y se salvé
Por eso trastorna sus planes, hace fracasar sus metas, aunque a veces por un tiempito parezca que les deja triunfar.