No somos estrellas somos luna. Aunque nos creamos estrellas, no lo somos, no tenemos luz propia, solo podemos transmitir La Luz que nos viene del Sol, somos pequeñas lunas, solo podemos iluminar con nuestra vida, sí a la vez nos dejamos iluminar por Jesús, La Luz verdadera, por su vida, su Palabra, su Ejemplo, así podremos llevar su Luz a los que no la tienen, pero sí estamos desconectados del, seremos astros muertos, planetas ciegos, que solo llevan oscuridad, porque ya no orbitan alrededor de su Sol.
También hemos de tener cuidado, porque hay falsos soles, soles de muerte, y podemos orbitar acerca de estos, pensando que son el verdadero, porque aún le quedé algún destello, de cuando pertenecía al Sol.
Esos son las sectas, como New age, formas de oración que no son cristianas, el yoga como ejercicio del espíritu, la meditación transcendental para conectar con fuerzas desconocidas, la invocación a los ángeles por nombres no bíblicos. Olvidando que Satanás y sus amíguetes también son ángeles caídos pero ángeles, y al invocar un supuesto ángel puedes estar invocando a un demonio.
La consulta en serio de cartas astrales, horóscopos, adivinos, tarot.
Todo eso nos lleva, lleva al que lo practica a la oscuridad. Lo separa de Dios, y si se queda ahí, la separación y la unión con Las Tinieblas eternas será para siempre.
Por eso, oración, Biblia, María, Sacramentos, y trato personal con Jesús.