martes, 2 de enero de 2024

Lo que parece grande

 

Lo que parece grande
A veces lo que  nos parece grande no lo es tanto, depende de nuestra visión de pequeños seres de un cuento de Mamerto Menapace
No  es raro que dependiendo de la estatura y visión de uno, le puedan parecer enormes cosas que no lo son tanto, o que sí lo son pero no las más grandes, mientras que las que son grandes de verdad se ven chiquitas.
Cuando no había contaminación lumínica, por la noche se veían en el firmamento pequeños puntitos como cabezas de alfileres las estrellas, eran las casitas tan chiquitas que cabía cada una en un dedal, como cantaban, Doña Josefa Flores, entonces la niña Marisol, y el niño Joselito. Pero lo cierto es que cada una se hallaba se halla a cientos miles y hasta millones de años luz, y su tamaño es cientos, miles y hasta millones de Kms de la tierra, era la distancia lo que hacía verlas chiquitas
Con las cosas de la vida, como el dolor, la alegría las ofensas, pasa lo mismo, lo que en su día se veía como una alegría inmensa, como una ofensa que nunca se iba poder olvidar, con un dolor insoportable, al verlo desde la lejanía del tiempo, a veces hasta daba risa.
Pero a veces y eso ya no es bueno es cuando uno se pone a juzgar el dolor de los demás, sus alegrías, sí tiene derecho o no a sentirse ofendido, haciendo juicios de que. “No es para tanto, hay hija todos sufrimos, o bueno hay quien se alegra por cualquier cosa”
Nos olvidamos que el dolor del otro, su alegría, la ofensa que le hayamos hecho, o le hayan hecho solo él puede calibrarla, los demás no, pues siempre estaremos lejos de la persona,aunque estemos cerca,pues nadie salvo Dios puede entrar en el corazón que es donde se sienten esas cosas

Por ello uno debe guardarse de decir cosas como, “no es para tanto”, a veces sí hay que animar a no guardar rencor, pero muchas veces lo único que se puede hacer, es ofrecer el hombro.