Sin la oscuridad no brillan las estrellas. De un cuento de Mamerto Menapace
A veces uno puede pensar que hace un día luminoso, que brilla un sol espléndido, cuando en realidad es de noche, y todo este oscuro, pero como uno tiene fuertes lámparas artificiales, piensa que es de día, no se para a mirar hacia fuera, porque esta contento o en su cúbiculo, y no ve brillar las estrellas, ni lo intenta, pues las estrellas brillan de noche, en la oscuridad. Cuando la contaminación lumínica les deja claro esta.
Pero uno cree estar en la luz, y está en la luz falsa, es de noche, y si sale sin ayuda de una luz, aunque sea artificial se va dar un trompazo
Pero es necesario, que se apague la lámpara artificial, para mirar fuera, y ver que es de noche, pero también que la luna, y las estrellas iluminan sin engañar.
En la vida, son precisos, por eso Dios los permite, momentos en que se cierren, se apaguen las luces de las falsas seguridades, y seámos metidos en la bendita noche, para ver brillar a la luna, y a las estrellas, a los que nos iluminan y guían con su ejemplo, reflejando la luz del sol. Y con su Luz propia el propio Jesús.
Es preciso que Dios nos saque seguridades, que nos dejé en la oscuridad, para descubrir su Luz.
