Cuando él quiere.
Dios actúa en silencio, aunque a veces haga excepciones, habla en silencio, o calla, aunque a veces, haga excepciones, pero lo hace todo.
Cuando él quiere, como quiere, y de la forma que quiere, siempre respetando a sus criaturas, y, nuestra libertad
Y, tenemos que acostumbrarnos a que no es un ídolo que podemos manejar y llevar de aquí para allá, romperlo, y, hacernos otro, si decidimos que no, nos escuchó
Dios es el enteramente Otro, pero que nos ama con locura, por eso existimos, que nos conoce nos fabricó él
Por eso la oración es ponerse en sus Manos, con quejas sí, es bueno quejarse, propia de hijos, no la rebeldía, ni el intento de “soborno”, “voy hacer, te voy a dar”, que le vamos a dar, si todo es suyo, que vamos hacer que él precise, si el servirlo es nuestra gloria y nuestro triunfo
Imitemos a los padres humanos de Jesús, a José, que no duda casi se adelanta la Voluntad de Dios, a María, que mantiene su Fiata, hasta cuando era para volverse atrás porque todo parecía un timo
a Jesús, que recuerda a Pedro que si se lo pide el Padre le mandará un montón de ángeles, pero él debe obedecer al Padre, y, beberá el cáliz, aunque no le apetezca, y, en la cruz de la que ni intenta bajar, ni tirarse se queja al Padre de su abandono, pero lo hace rezando el Salmo 23, que ya anuncia su triunfo, y, al final le da permiso a la muerte y pone su vida su espíritu en Manos del Padre
Y, Dios sienta a Jesús a su Derecha no lo deja en la tumba
Dejemosle a Dios sus tiempos que todo sea, como él quiera, y, cuando él quiera, él sabe más, y, nos amá más que nosotros y que nadie.