Un día todo desaparecerá de
nosotros, menos Dios y nosotros
Todas las personas, todas las
cosas que considerábamos importantes, quedaran aquí, no, nos llevaremos nada,
en un instante será como si todo hubiese sido un sueño
Solo quedaremos Dios y nosotros
Desnudos completamente ante Dios,
pero sin verlo aún pues si lo viésemos estaríamos ya en el Cielo
Unos limpios porque se dejaron
lavar con La Sangre del Cordero en los sacramentos, estos de pronto entenderán
todo lo que no entendían, y, de nuevo recuperaran lo que dejaron en la tierra,
no las cosas materiales que nada son. Sino la creación de Dios que la, verán
con los ojos de Dios. Se sentirán desnudos y felices, sin avergonzarse pues
serán de nuevo niños. Al mismo tiempo se sentirán vestidos de luz, pues de luz
será su cuerpo, y, de pronto comprenderán que están en Dios, y, les parecerá
corta la eternidad para adorar, agradecer, alabar, y, pedir por los que están
en la tierra
Otros se verán
limpios pero no de todo, y, no querrán presentarse asi, ante su Amado, pero
tampoco quieren esconderse, comprenderán las veces que se excusaron con un “
eso no es pecado mortal”; y, desearan con toda su alma, haber aprovechado todas
las gracias que Dios les dio, comprenderán que necesitan ser lavados a fondo
con La Sangre del Cordero, y, ese dolor será como un fuego, sin ser fuego que
les duele, pero que al mismo tiempo no cambiarían por el mayor gozo de la
tierra, y, sentirán que por si solos nada pueden, pero los de la tierra, los
que ya están en el Cielo en unión con Jesús, si pueden hacer, y, les
ayudaran a limpiar las impurezas que
quedaron en su cuerpo; desearan sufrir
hasta estar limpios de todo, no porque el Amado los fuese rechazar, sino porque
quieren lo mejor para Él, y, así, sentirán están en el Purgatorio, y,
bendecirán a Dios como los jóvenes judíos en el horno de Nabucodonosor
Otros por
desgracia, se verán desnudos, pero una desnudez horrible, desnudos y sucios, y,
se esconderán, darán la vuelta para no ver, para no escuchar la voz de Dios, verán
que todo es culpa suya, pero en vez de pedir perdón, maldecirán a su Creador
odiaran todo lo creado, se odiaran a si mismos, y, eso será como un fuego
horrible oscuro que los abrasara, pero por encima de eso, estará su odio a su
Creador, él sentir rabia por no estar en el Cielo, y, al mismo tiempo odiar el
haberse podido salvar, solo con un perdón sincero, y, odiaran a sus compañeros,
y, así comprenderán que están en el Infierno