lunes, 4 de marzo de 2019

El Signo del Ciego de nacimiento



Juan 9,1-41.

El texto se refiere al ciego de nacimiento, como es muy largo, no lo copio

Tiene varias partes

Primera
Sin olvidar que es el Evangelio de Juan, hay signos no milagros

Nos presenta a Jesús  y, sus discípulos que se encuentran con un hombre, ciego de nacimiento
Y, aquí puedo quedarme en el ciego físico, pero ir más allá porque el Evangelio es vida, no es un rancio libro de historia

El ciego es también quien nació en el error, ciego para ver el bien, ciego para obrar bien, muchos en todas las épocas

Incluso viendo a Jesús ya glorioso  puedo pensar en el perseguidor Saulo

Los discípulos, los 12, nosotros los cristianos, hacen una pregunta a Jesús
Fue su pecado, el del ciego, o él de sus padres para nacer ciego, evidentemente para la ceguera física no podría tener él culpa, para la otra la moral, la espiritual, me dan ganas de decir que sí, pero Jesús, dice que No, eso ha sucedido para que se vea en él la obra de Dios
Y la obra de Dios es la misericordia

Jesús sigue diciendo, que él es La Luz del mundo, es decir sólo en Jesús vemos las cosas como son, como Dios las, ve, solo en Jesús distinguimos el mal del bien
Por lo tanto para que los ciegos de nacimiento, no los físicos puedan ver, tenemos que hacer presente a Jesús

Pero hay un problema, hay que actuar de día, porque viene la noche, y, ya nadie puede trabajar. Es decir hay que actuar  cuando no tengo oscuridad, cuando el mal no es tan profundo alrededor de uno, que ya no distinguiré el bien del mal

A continuación Jesús mancha con saliva y barro los ojos al ciego, y, lo manda a lavarse a la piscina de Siloé, que significa enviado

Evocación para mí a los sacramentos, no hay curación directa, y, evocación también a la conversión de Saulo en Pablo, también a él Jesús glorioso lo manda entrar en la ciudad donde le dirán lo que ha de hacer, va ciego, esta  3 días orando, hasta que es bautizado, (lavado) por Ananías, y, recupera la vista, no sólo física, si no la verdadera visión, porque estaba errado no veía

Viene entonces la segunda parte
Unos que si es el ciego
Otros que no
Los padres del ciego que se desentienden

Y, aquí yo veo, la dificultad de aceptar la conversión de otro, y, de nuevo a Pablo de cuya conversión dudan todos, en los padres puedo ver a los dirigentes judíos

Al final el ciego es expulsado de la Sinagoga, del judaísmo

El rechazo a Pablo y, su forma de ver el cristianismo por los judíos, y, por los judaizantes

Jesús se hace de nuevo el encontradizo con el ciego y se revela a él, el ciego lo adora, aquí en esta apoteosis casi mística entramos todos.

El ciego ha proclamado que si Jesús le ha dado luz a sus ojos, no puede ser un pecador pues Dios lo ha escuchado

El texto acaba con un exordio de Jesús, en él que proclama que vino al mundo para un juicio para que los que no ven, vean, y, los que ven, se queden ciegos

No que venga a cegar, no puede siendo Luz, pero así como al que lo busca en la oscuridad, le da su Luz, hace que los que no ven, vean. Si los que se tienen por videntes, no les gusta lo que les muestra, y, cierran sus ojos, no físicos, se ciegan ellos mismos

Por eso, a la alusión de los fariseos de que los está llamando ciegos, les recuerda que de serlo, no tendrían pecado, pero como se obstinan en que ven, hacen su pecado permanente

Si admitimos que podemos estar equivocados, que lo estamos, que hay que cambiar, Dios, Jesús nos ayuda, nos cambia, si nos pertrechamos en nuestra cerrazón, de lo mío, es lo válido, yo marco el bien,  no puedo ver el bien que Dios me muestra y sigo en mi error, si precisamente rechazo  donde _Dios me dice, que está la verdad,  como los judaizantes, como los perseguidores que no se convirtieron, como los que rechazan a Francisco

Y, esto hace más difícil no imposible la curación imposible no, porque Dios no conoce imposibles