Juan 9,1-41.
El texto se refiere al ciego de nacimiento, como es muy
largo, no lo copio
Tiene varias partes
Primera
Sin olvidar que es el Evangelio de Juan, hay signos no
milagros
Nos presenta a Jesús
y, sus discípulos que se encuentran con un hombre, ciego de nacimiento
Y, aquí puedo quedarme en el ciego físico, pero ir más allá
porque el Evangelio es vida, no es un rancio libro de historia
El ciego es también quien nació en el error, ciego para ver
el bien, ciego para obrar bien, muchos en todas las épocas
Incluso viendo a Jesús ya glorioso puedo pensar en el perseguidor Saulo
Los discípulos, los 12, nosotros los cristianos, hacen una
pregunta a Jesús
Fue su pecado, el del ciego, o él de sus padres para nacer
ciego, evidentemente para la ceguera física no podría tener él culpa, para la
otra la moral, la espiritual, me dan ganas de decir que sí, pero Jesús, dice
que No, eso ha sucedido para que se vea en él la obra de Dios
Y la obra de Dios es la misericordia
Jesús sigue diciendo, que él es La Luz del mundo, es decir
sólo en Jesús vemos las cosas como son, como Dios las, ve, solo en Jesús
distinguimos el mal del bien
Por lo tanto para que los ciegos de nacimiento, no los
físicos puedan ver, tenemos que hacer presente a Jesús
Pero hay un problema, hay que actuar de día, porque viene la
noche, y, ya nadie puede trabajar. Es decir hay que actuar cuando no tengo oscuridad, cuando el mal no
es tan profundo alrededor de uno, que ya no distinguiré el bien del mal
A continuación Jesús mancha con saliva y barro los ojos al
ciego, y, lo manda a lavarse a la piscina de Siloé, que significa enviado
Evocación para mí a los sacramentos, no hay curación
directa, y, evocación también a la conversión de Saulo en Pablo, también a él
Jesús glorioso lo manda entrar en la ciudad donde le dirán lo que ha de hacer,
va ciego, esta 3 días orando, hasta que
es bautizado, (lavado) por Ananías, y, recupera la vista, no sólo física, si no
la verdadera visión, porque estaba errado no veía
Viene entonces la segunda parte
Unos que si es el ciego
Otros que no
Los padres del ciego que se desentienden
Y, aquí yo veo, la dificultad de aceptar la conversión de
otro, y, de nuevo a Pablo de cuya conversión dudan todos, en los padres puedo
ver a los dirigentes judíos
Al final el ciego es expulsado de la Sinagoga, del judaísmo
El rechazo a Pablo y, su forma de ver el cristianismo por
los judíos, y, por los judaizantes
Jesús se hace de nuevo el encontradizo con el ciego y se
revela a él, el ciego lo adora, aquí en esta apoteosis casi mística entramos
todos.
El ciego ha proclamado que si Jesús le ha dado luz a sus
ojos, no puede ser un pecador pues Dios lo ha escuchado
El texto acaba con un exordio de Jesús, en él que proclama
que vino al mundo para un juicio para que los que no ven, vean, y, los que ven,
se queden ciegos
No que venga a cegar, no puede siendo Luz, pero así como al
que lo busca en la oscuridad, le da su Luz, hace que los que no ven, vean. Si
los que se tienen por videntes, no les gusta lo que les muestra, y, cierran sus
ojos, no físicos, se ciegan ellos mismos
Por eso, a la alusión de los fariseos de que los está
llamando ciegos, les recuerda que de serlo, no tendrían pecado, pero como se
obstinan en que ven, hacen su pecado permanente
Si admitimos que podemos estar equivocados, que lo estamos,
que hay que cambiar, Dios, Jesús nos ayuda, nos cambia, si nos pertrechamos en
nuestra cerrazón, de lo mío, es lo válido, yo marco el bien, no puedo ver el bien que Dios me muestra y
sigo en mi error, si precisamente rechazo
donde _Dios me dice, que está la verdad,
como los judaizantes, como los perseguidores que no se convirtieron,
como los que rechazan a Francisco
Y, esto hace más difícil no imposible la curación imposible
no, porque Dios no conoce imposibles