jueves, 21 de marzo de 2019

Matar la propia voluntad por Dios, más sacrificio que cualquier mortificación


Matar la propia voluntad por Dios, más sacrificio que cualquier mortificación

Y, no se trata solo de cumplir los mandamientos, que eso se da por sentado, ni las obras de misericordia, no, se trata de dejar que Dios por medio de las causas segundas, nos muestre lo que quiere que hagamos que cambie nuestro sacrificio,  que a veces más que sacrificio es demostración de lo que soy capaz de lo buena que soy

Ejemplos muchos,  tomar un café con una conocida, o una amiga que te has encontrado en la calle, y, te ha insistido que lo hagas, porque quiere hablar necesita hablar, y, justo tú, yo, ese día,  ibas a orar ante el Sagrario acompañar a Jesús, y, como pequeño sacrificio, no ibas a tomar el café, te quedas con tu amiga,  más sacrificio, has sacrificado tu voluntad, e hiciste compañía a Jesús que no sólo está en el Sagrario, también en los otros

Día de ayuno, de pronto una amiga que vive sola, que ha llegado de viaje, y, que no es católica, te invita a comer, o que lo es pero no va ayunar, se va volver a marchar mucho tiempo, necesita tu compañía.  Sacrificio decir no, al ayuno

Has decidido no ver tv, tu vecina que ve la misma novela te llama, pues su tele se ha estropeado, y, tu sacrificas tu bondad, tu sacrificio para que ella vea la novela

Eso callado que nadie lo ve, que quien lo ve, no ve ningún sacrificio, eso si es sacrificio, sacrificar la propia voluntad. Y, lo ve Dios que es quien importa