Cómo
uso a Dios de escudo
Dios es mi escudo, mi fuerza mi baluarte, pero no es un
escudo que yo puedo usar como un parapeto
Es mi escudo es decir debo refugiarme en Él, acudir a Él
confiar en Él para hacer su voluntad, para seguirle en Jesús, para acoger su
Palabra, para servirle en los otros, para vencer la tentación, para levantarme
después de cada caída
Pero no puedo usarlo, para ofender a otros, para manipular a
otros, para evitar que me hable por medio de otros