Somos el pueblo que estaba en
tinieblas y vio La Luz
Nosotros los gentiles, que en el centurión Cornelio, fuimos admitidos en
La Iglesia, hechos miembros de Cristo, y, por ello miembros del verdadero Israel, hechos descendencia de Abraham, pro la fe
Nosotros somos El Pueblo que
estaba en tinieblas y vio La Luz
No una lucecilla, no, La Luz que
procede del Padre, La Luz que ilumina a todo hombre, que se deja iluminar
Nosotros nuestros padres,
vivíamos presas de las tinieblas y la oscuridad de la idolatría, llamábamos
dioses a las obras de nuestras manos, a los frutos de la tierra, a los reyes, a
los emperadores, a otros hombres, a los animales, les ofrecíamos la sangre de
nuestros hijos, de nuestros jóvenes
Pero Dios en su infinito Amor
tuvo piedad de nosotros, y, nos dio a su Hijo como Salvador, no lo envío sólo a
Israel, nos lo entrego a nosotros que siendo como dice el judío Pablo, un
acebuche, fuimos injertados en el Olivo autentico, que es Israel, en su mejor
rama que es Jesús de Nazaret, y, para llamar al antaño Pueblo elegido, y, nunca
rechazado pues los Dones de Dios son sin fecha de caducidad, Dios nos
distinguió sobre todo, hasta el momento en que le revele a su Pueblo, el Pueblo
que es nuestra raíz, que el Mesías que esperan ya vino, pero que volverá
No importa en que momento fuimos
llamados, pero todos si no procedemos de los viejos judíos, todos en nuestros
antepasados procedemos de los idolatras, nada pues tenemos de que
enorgullecernos, y, si mucho que agradecer, y, no volver a imitar a nuestros
ignorantes antepasados