Cuidado con los falsos profetas y con no ser profeta falso,
Dios nos libre de las dos cosas
Jesús nos avisa, de que tengamos cuidado con ellos vienen
con piel de oveja pero son lobos, los conocemos por sus frutos
Para reconocer a un profeta, ya sabemos lo esencial, un
profeta que hable en contra del Señor, del Señor, no de lo que él se puso por
Señor, no es profeta, un profeta que rechace al Papa, no es profeta, un profeta
que rechace el Concilio no es profeta, un profeta que rechace al exiliado no es
profeta, un profeta que presuma de serlo no es profeta etc. etc.
Pero aún es más grave que nos tengamos por profetas, que
seamos falsos profetas
Y, lo somos si además de lo anterior, o incluso no negando
lo anterior en apariencia optamos por defender la muerte, por ir contra la
familia, por ser racistas, por manipular el Evangelio