Señor enséñanos a orar
Un día los discípulos de Jesús, le dijeron que les enseñara, a orar, no que les enseñará, “oraciones”, como judíos que eran ya tenían los salmos, tampoco se referían a que les diese normas pautas, que les enseñase a rezar, no ellos le pidieron que les enseñase a orar
Y, Jesús lo hizó, lo hace, primero les mandó nos manda. “Entrar en la alcoba, la alcoba es el propio interior, y cerrar la puerta del alma, para que sólo Dios pueda hablar, y, sólo le hablemos a él, les recordó, que cuando pedimos, Dios ya sabe lo que precisamos, Dios lo sabe nosotros no; nosotros pensamos que sí, les puso el ejemplo del padre que jamás dará en lugar de un huevo a su hijo un escorpión
No paró ahi, se lo enseñó de forma práctica yéndose él a solas a hablar con su Abba, con su Papi
Les dió como una plantilla que es también oración, en la que destacan muchas cosas.
1ª Dios es Padre, Padre nuestro, por lo tanto, un cristiano, un discípulo de Jesús, no puede ir a orar con odio, con sentimientos racistas o de rechazo a ningún ser humano. Tiene que reconocer a Jesús como El Hijo, y, estar unido a él, pues solo somos hijos legítimos de Dios, por la unión a Jesús, tener en cuenta que Dios es siempre el Otro, el que lo transciende todo, y, que no lo vamos hallar en las cosas terrenas, me refiero, riquezas, poder, violencia, hedonismo. Todo eso y mucho más resumido en la frase
“Padre nuestro que estás en El Cielo”
2ª Que lo primero que hemos de pedir, es el Reinado de Dios, que todos lo amén, que no hagamos, el mal, porque como nos dirá después La 3ª Persona divina, por medio de la pluma de Pablo, “por causa vuestra blasfeman los no creyentes contra Dios”. Y, eso se resume, en “Santificado sea tu Nombre, Venga a nosotros tu Reino”
3ª Que no vamos a pedir se haga nuestra voluntad, por muy bueno, y justo que nos parezca lo que pedimos, vamos a pedir se haga la Voluntad de Dios, por encima de la nuestra, y, esto es pedir luz para conocer la Voluntad de Dios personal, para cada uno, la fuerza y la gracia de aceptarla, la fuerza y la sabiduría para observarla, la gracia de reconocer cuando hemos fallado.
Y, eso resumido en “Hagase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”, a veces pensamos que es, “Tienes Dios que hacer mi voluntad”
4ª Reconocer que dependemos de Dios en todo, y que lo que nos da, material y espiritual es para compartir, que no es mío, es nuestro, que no podemos acaparar, porque lo que se acapará se pudre, ver lo que pasaba con el mana, y, si uno se queda con lo que le dieron para compartir es un ladrón
Eso lo contiene la frase. “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”
5º Lo más duro, pedir perdón, y, lo que es aún más difícil, pero nos lleva a imitar a Dios, perdonar, quien no perdona, cosa que no es fácil, no puede decir que es un buen hijo de Dios, porque a Dios le chifla perdonar
Y, eso lo resume esta frase, “Perdona nuestra deudas, u ofensas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, o a quienes nos ofenden”
6º No es malo ser probado, ser tentado, al contrario es muy bueno, si el diablo quiere conseguir algo, es que no es suyo, pero si es mala la caída, por eso, Jesús que como hombre fue tentado, hasta el final, y sabe que sin Dios no podemos vencer, nos pide que pidamos
“No, nos dejes caer en la tentación”
7º El Mal existe, el Mal así con mayúsculas no es el coronavirus ni el cáncer, el Mal es el Demonio y sus ángeles, y, lo que llevan con ellos, el pecado, la muerte la muerte mala, y de eso es lo que nos pide Jesús que pidamos al Padre que nos libre
“Libranos del Mal”
Todas estas plegarias juntas, forman, la oración del Padrenuestro
Y, no acabó ahi Jesús con su lección magistral sobre la oración, ns enseñó que al Padre poco rollo, nada de cadenas de oración, para forzar su Voluntad, porque es la nuestra la que tiene que ser forzada, y, así él en el Huerto, sometió su voluntad humana, Jesús tiene 2 voluntades, sometió la humana, al querer del Padre, cuando el Padre le manifestó que su Voluntad no era apartarlo de La Cruz, y, por ello no permitió a Pedro lo defendiera con violencia, y, no quedó ahi, la lección del Maestro, en La Cruz enseñó a orar a favor de los enemigos, a que es lícito y bueno quejarse a Dios, que niño pequeño no patalea, pero sobre todo, a no dejar nunca de confíar en su Amor, a ponerse en sus manos, a poner la vida, el alma, el espíritu en sus Manos de Padre y Madre infinito, porque nadie nos ama, como Él, y, esto hizo el hombre Jesús, cuando dijo.
“Padre en tus Manos encomiendo mi Espíritu”
Y, para que no se nos olvide esta lección magistral sobre La Oración, hizo a lo largo de los siglos, que nacieran grandes maestros como Teresa de Avila, Juan de La Cruz. Claro que el Maestro de Oración es Jesús, y. ¿Quien enseñó a orar y a rezar al Maestro? su Mamá María, y su Papá José, si ellos principalmente, así que Jesús el Maestro, Nuestra Madre Santa María, y Nuestro Padre San José los catedráticos
Aprendamos con ellos y de ellos a orar