viernes, 18 de marzo de 2022

Exiliados o peregrinos


¿Exiliados o peregrinos?
¿Exiliados o peregrinos?. La Salve, la oración compuesta por San Pedro de Mezonzo, dice que somos, “exiliados, desterrados, en este mundo, en este lo llama, el santo, “valle de lagrimas”
Pero, somos exiliados, o somos peregrinos, que se dirigen con Cristo, en Cristo, y, por Cristo, ya que no hay otro Camino, más que él para el Padre
Un exiliado, o desterrado es una persona que ha tenido que abandonar su patría, para salvar su vida, el exiliado añora su patria, pero muchas veces, no desea volver, lo que desea es hallár una nueva patria, vive con miedo
Los cristianos no añoramos ninguna patria, no añoramos el Cielo, porque Dios nos puso en este mundo, queremos ir a él, y, sabemos que sí, decimos, Sí a Dios es decir si hacemos y guardamos y aceptamos su voluntad iremos, no por ello, porque Dios es bueno, y, por Jesús
Que esta vida sea un valle de lágrimas, o un sitio más o menos normal, depende de nosotros, El Espíritu Santo, que está por encima de San Pedro de Mezonzo, nos dice una y otra vez en La Biblia que tenemos que estar alegres, y, la verdad es que no, nos faltan motivos
Somos hijos de Dios, hermanos de Dios, Templos de Dios y lo sabemos
Dios ha creado todo para Jesús
Y, a Jesús nos lo regala para nosotros, con Jesús, María, José, La Iglesia, la creación  entera
Dios nos ama, incluso cuando no lo amamos
Estamos llamados a la Vida, a la Resurrección
Que estén tristes los que piensan todo termina en la muerte: o los que piensan si se encarnan en una cucaracha
Decía un sacerdote santo, D. Avelino el fundador de las operarias evangélicas, que somos peregrinos, y creo que el Papa Francisco, también ha dicho lo  mismo, yo lo comparto
El peregrino, sabe hacia donde va, va hacia donde quiere, y va feliz, deseando llegar, pero sabe, que sí, hace el burro puede no llegar, su felicidad plena, será al alcanzar la meta, en nuestro caso el Cielo que es Dios mismo
El peregrino sabe, y, tiene dificultades en el viaje, pero es consciente de que no puede rendirse o no llegará nunca
Tiene días sombríos, con lluvia y con sol
Nosotros somos peregrinos a la Casa del Padre
Por supuesto seguiré rezando la Salve de San Pedro de Mezonzo, que además me encanta en latín
Pero también mi nueva versión que sé que a San Pedro de Mezonzo el santo obispo gallego, ahora ya ciudadano de La Jerusalén celeste, no le parece mal. 
Ahi va, mi versión nueva
“Salve Reina y Madre de Misericordia
Vida y dulzura esperanza nuestra”
Salve te llamamos los peregrinos
hijos de Eva
A Tí suspiramos a veces gimiendo, 
pero siempre alegres
En esta tierra hermosa creada por Dios
Tierra que pisaron tus pies y los de tu Hijo
Ea pues Señora abogada nuestra
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y al final de nuestra peregrinación
Ábrenos Las Puertas de La Jerusalén celeste
y, muéstranos, llevanos hasta el Fruto Bendito de tu vientre
Hasta Jesús, por quien todos somos salvos
Ruega por nosotros. Santa Madre de Dios
Para que seamos dignos de Nuestro Señor Jesucristo
Él que para tí, Madre, siempre será tu Niño Jesús. amen