No impedir hacer el bien a los extraños
En el Evangelio según Marcos, en Mc 9, 38 ss; se cuenta como Juan narró a Jesús lo que él tenía por gran hazaña, el haber impedido a un extraño que expulsará demonios en el Nombre de Jesús. Jesús lo reprendió
A nosotros nos puede pasar lo mismo, pensar que por ser cristianos católicos, o simplemente cristianos, ya tenemos la patente del bien, y, quien no sea de los nuestros, o incluso peor aún si no es creyente, no puede hacer el bien, y, entonces empezamos cn boicoteos, a tirarlo por tierra, a recordar que es de otra religión, o que es ateo, sin olvidar que si esa persona, esta luchando por una cosa buena, ahi esta Dios, por ejemplo si defiende la vida, oponiéndose al aborto, o la eutanasia, o la pena de muerte etc
E incluso si hay cosas en las que obra mal, por ejemplo si defiende lo antes citado, pero condena y lucha por los exiliados, en lo primero no podemos estar con él y hemos de condenarlo, condenar las acciones, pero en lo segundo está obrando bien, y, ahi Dios está con él, y, ahi hemos de apoyarlo, no todo es bueno al cien por cien en nadie, ni malo al cien por cien
Es más hasta podemos llevar a la oración, ese bien que hace, para pedir su conversión, a lo mejor no se le puede decir, “Estas ya en el Reino de Dios, pero si que no está lejos”
No impidamos el bien a los extraños, que a lo mejor no son tan extraños, impidamos y condenemos el mal, sea quien sea él que lo haga, empezando cada uno, por sí mismo.