La historia del ricino de Jonás.
El libro del “profeta Jonás”, es un libro maravilloso, no solo porque es palabra de Dios, sino porque todos nos encontramos en él.
Entre las muchas historias que se pueden sacar del mismo, esta la del ricino
El ricino es una planta pequeña de la que se extrae un aceite medicinal.
Pero hoy no va de sus propiedades médicas
Suele crecer el ricino, como planta agreste, y, así también en este caso, a Jonás que andaba de morros con Dios, porque solo a Yhv se le ocurre perdonar a los ninivitas, y, no destruirlos, “mira que creerse su arrepentimiento”, ·Este Dios nuestro, es que no tiene remedio”, y, el caso fue que creció el ricino, y, le daba sombra a la calva del profeta, pero Dios secó el ricino, y, Jonás se llevó un disgusto enorme, que aumentó su enfado
Es entonces cuando Dios lo interpela, le pregunta, si le parece bien, tanta llorera, por una plantita que ni había plantado, y cultivado, que es de corta duración. Jonás se reafirma, sí le parece bien la llorera, entonces Dios abajándose al profeta, le confiesa que a Él, le pasa lo mismo, y, por eso no destruyó a Nínive, como iba hacerlo, tantas personas, muchas de las cuales no diferencia la mano derecha de la izquierda, animales. No, no podía, si Jonás tenía pena de un ricino, Dios la tenía la tiene de sus criaturas humanas, y de los pobres e inocentes animales. Nunca había pensado destruir a nadie, Dios es Creador no destructor, ama todo lo que crea.
A nosotros nos pasa igual que a Jonás, tenemos nuestra piedad para tonterías, y, quisiéramos que Dios barriera medio mundo, todos tenemos nuestro ricino, y, también “nuestros ninivitas”, pero Dios sigue y seguirá sin destruir, aunque muchas veces nos deje sin nuestro ricino particular.
