María y los criados de Cana
En el relato de las bodas de Cana, hay muchas enseñanzas, la mediación de María.
Sin embargo yo pienso que hay cosas que de tanto leerlo, escucharlo se nos pasan por alto
La primera María, que es la mamá de Jesús, pero cuando se dirige a los servidores, no les dice
“ Ese el más guapo del grupo es mi hijo, haced todo lo que os diga”
Si no que simplemente señala a Jesús, y les dice, “Haced lo que él os diga”
María confía en que Jesús haga algo para remediar la falta de vino, no sabé que hará, y, sabe también que puede tomar la decisión de no hacer nada
Pero qué pasaría si Jesús no hubiése hecho nada, pues que los servidores simplemente se habrían reído de la ingenuidad de aquella mujer, que había pensado que aquel invitado iba mandarles no sabían qué
Pero si Maria hubiése dicho mi hijo, al no hacer nada, todo se volvería contra él, se diría le prometió no sabemos qué a su madre y la deshonró no cumpliendolo, sabemos que su madre le mando nos dijese algo, pero la deshonró no obedeciéndola, no hay que olvidar que para todos Jesús era un simple hombre
Y María que adora a su hijo, de verdad no podía permitir eso, su gloria primero, por eso no aludió a su maternidad
Y, hay más cuando se produce el milagro aumenta la gloria la fama de Jesús, sus primeros seguidores empiezan a creer un poquito en él, María queda en segundo plano, Ella es la esclava no quiere contar lucirse, es solo un instrumento de la Ruha y del Padre para dar el pistoletazo de salida
María nos enseña que Jesús y Dios primero siempre
Los segundos son los servidores
Que para empezar no tenían porque hacerle caso a aquella señora, pero menos a lo que de entrada era una burrada, que fue la orden de Jesús, porque faltando el vino, mandar llenar unas tinajas de agua, y, llevarlo al jefe de comedor a que lo probase, parecía una burla que iba repercutir en ellos
Así que lo más logico hubiéra sido que hubieran dicho que “No”, sin embargo no lo hicieron, y ya sabemos el resultado.
Nosotros si sabemos quien es Jesús y tenemos que hacerle caso, llenar nuestras tinajas, nuestra vida con nuestra agua, él se encargará de que se vuelva vino, Vino de boda. De Su Boda eterna con La Iglesia, para eso como los servidores de Cana tratar y obedecer a María
Se quedaba fuera el Jefe de comedor, que da una enseñanza de honestidad, porque reconoce ante el novio, que guardo el mejor vino para el final, otro hubiéra dicho no esta mal.
Reconocer las cosas buenas y mejores que las nuestras que tienen los demás
Y la Enseñanza Dios nos da muchas cosas buenas, en esta etapa de la vida, la terrena; nos da un buen vino. Pero el Vino excelente es él que nos dará en La Fiesta de bodas de su Hijo, én el Reino eterno en La Jerusalén celeste, y, que ya se anticipa en La Eucaristía
Del mismo modo El Antiguo Testamento, la Santa Religión judía, fue es un buen vino, vino añejo excelente, que Dios dió a su Pueblo, y, que muchos “siguen bebiendo todavía”, hasta que Dios él día por él marcado, los introduzca en la Sala del Banquete, pero en Jesús con Jesús y, por Jesús gracias al impulso y el Sí de María, llega el Nuevo Vino, el Vino del Nuevo Testamento, que conteniendo y partiendo del agua que aguaba el vino Viejo
Lo transforma en el mejor en el único Vino que da vida, porque es La Sangre del Hijo