El amor de David por Absalón. refleja el Amor de Dios. 2 Samuel 18, 9, 31 19.3
La primera lectura del martes 3º del Tiempo ordinario, tomada del segundo libro de Samuel, cuenta la muerte de Absalón, por el general Joab
Absalón era hijo de David, por lo tanto era un príncipe de Israel, pero se había levantado en armas contra su padre, hasta el punto de, declararle la guerra.
Por su culpa David tuvo que conocer el exilio, ser un prófugo, Absalón era enemigo de David, quería ser él el rey, David no era enemigo de Absalón
David da la orden de que respeten su vida, la vida de su hijo Absalón; pero Joab su general no la cumple, y, lo mata.
Y, cuando se lo comunican David no dice, “bueno no quería su muerte, pero él se lo busco, ahora vamos a rehacer lo que él destruyó, gracias a Dios estamos en paz, bien hecho Joab”
David llora se lamenta, llora al hijo muerto, proclama que quería estar él muerto en su lugar
La razón era su hijo y lo amaba, era un hijo malo, pero era su hijo y lo amaba
David aquí es un reflejo pálido de Dios
Dios ama al hijo impío y pecador, al hijo que le ha declarado la guerra, yendo contra su voluntad, al hijo que quisiera que Dios fuese olvidado, que nadie siguiera su Ley, y también a los que no llegan a tanto, pero se le acercan, Dios ama al hijo pecador y al hijo impío
David dice que querría haber muerto en lugar de su hijo Absalón
Dios Hijo se hace hombre para morir por el impío, por el pecador, y, en el Hijo están sufriendo también el Padre y el Espíritu Santo
Dios en Jesús muere por el pecador, por el pecador y el impío que se convierte, pero también por el impío que rechaza su Misericordia, que deja que “Joab”, el pecado al verlo enredado del árbol del mal, lo maté, es decir Dios ha muerto en La Cruz también por él que ha optado por el infierno, si David que era un simple hombre, un pecador, lloró por su hijo
Cuanto llorará Dios, el Dios bueno, el Dios Padre Madre infinito, Dios Hijo, Dios Amor, es decir Dios Espíritu Santo, por el hijo que acaba en el Infierno, por eso Dios no deja de buscar hasta el último instante
Y, Orígenes llego a pensar que está busqueda traspasaría el Infierno, y, al final todos, serian salvados, todos aceptarían la salvación, incluídos los demonios, sería el triunfo más absoluto del Cordero, de Dios Hijo en su humanidad, lo llamo, “apocatastasis”
Suena bonito, pero La Iglesia no la ha aceptado, aunque tampoco la condenase de forma absoluta, y, para los cristianos católicos, La Iglesia está por encima de Orígenes, y de quien sea.
Procuremos no hacer llorar a Dios
