Se deja tocar.
Jesús Resucitado, no rehuye la falta de tacto de tacto de Tomás, le invita a que toque sus heridas, sus llagas
Y, como El Evangelio es vida, no son relatos del pasado, se actualiza cada día
También hoy Jesús nos invita a tocarlo
A tocarlo en los hermanos sufrientes de cualquier modo
A tocarlo en su Palabra
A tocarlo en su Iglesia
A tocarlo recibirlo en La Eucaristía, donde se nos entrega Dios y Hombre, como en el Calvario, como cuando se hizo presente ante Tomás.