La herida luminosa es una película del director José Luis Garci.
Que cuenta la historia de un médico, casado con un matrimonio infeliz y, por consiguiente con otra mujer de suplencia, una mujer a la que me niego a llamar amante, porque la acción se situa en una época en la que en España no había divorcio
Además estaba el que dirán, el buen nombre, etc.
El matrimonio es decir el doctor y su esposa tienen una hija, hija que ha entrado en un convento, en contra del parecer de su padre, que es ateo, o, agnóstico no queda claro
La madre, el personal de servicio, la van visitar al convento, menos el padre, para quien es como si estuviera muerta
Pero un día, en su consulta recibe la visita de una paciente, él es cardiólogo, y, esa paciente a la que trata como a una desconocida es su propia hija, a la que no encuentra nada preocupante.
Más tarde en un accidente fallece la mujer que ama, que era también doctora, es entonces cuando cae en una especie de abatimiento, y, decide dejar a su mujer de forma extra oficial, y, mudarse a un hotel
Es entonces cuando la hija, la monjita lo va visitar, le dice que esta a su lado, no tiene palabras de reproche, y, tiene la elegancia de no contarle que esta rezando por él, por su fe, es decir lo respeta al máximo
Pero mientras hablan la joven sufre un infarto y muere, se hace la autopsia, y, se descubre que tenía una herida en el corazón, algo que él como médico no supo ver, ni intuir siquiera, de ahí, el título “La herida luminosa”, dando a entender que no había visto nada, porque no había, y, que la muerte de la joven, fue porque había ofrecido su vida a Dios por su padre.
Lo malo es que la película acaba, y, uno puede imaginarse lo que quiera, pero la película no habla de ningún reencuentro con la Fe.
Para mi es de las que es preciso visionar más de dos veces, para exprimirles todo el jugo,