La tentación no es mala, no es mala es la ocasión de mostrar nuestra fidelidad nuestro amor a Dios, es el momento de poder elegir.
Lo que es malo es ponerse en tentación porque entonces estaremos solos, y, seremos vencidos, lo que es malo es confiar en las propias fuerzas, dialogar con el tentador, pero con las tácticas de Jesús hombre que venció todas la tentaciones porque para él lo primero es su Papa, y, su Papa es Dios, pues la tentación es ocasión de oro