Los mismos
sentimientos. ¿De quién? De Jesús
Y, para ellos no,
queda otro remedio que tratarlo, que rozarlo, que comerlo
Tratarlo en La Eucaristía,
tratarlo y comerlo
Tratarlo en la
oración personal y litúrgica
Tratarlo en los Sacramentos
Tratarlo en La
Escritura donde nos habla, también en el Antiguo, sin él cual además no se
entiende el Nuevo
Tratarlo en los
otros
Así poco a poco, con
avances y retrocesos sus sentimientos, sustituirán los nuestros
Y, Él siempre acogió