miércoles, 11 de abril de 2018

Nuestro Dios no es el dios de los deístas


Nuestro Dios no es el dios de los deístas, es un Dios amante, vivo
Un Dios celoso, un Dios que busca el hijo perdido, sin parar, un Dios que para salvarnos, se hizo de los últimos, pues se hizo humano, y, murió en una Cruz

Un Dios cuya delicia es estar con los cachorros de Adán, que se queda en un poco de pan, y, en un poco de vino

Un Dios con corazón
Un Dios que nos grita por el profeta, “mira en mis manos te llevo tatuado”

El dios de los deístas, es un ente, un ser superior, un motor inmóvil, sin sentimiento, y, nuestro Dios es Amor
Un dios el de los deístas que se explica por los criaturas, que es como decir que si no hubiera criaturas no habría dios

Un dios que es otro elemento del universo, un dios frío

Nuestro Dios es horno ardiente de Caridad
Por eso, al dios de los deístas se puede llegar por la razón humana, que se equivoca  tanto, al Dios de Israel al Abba de Jesús, nadie puede llegar si Él no lo busca