lunes, 2 de abril de 2018

A veces vemos el agujero de nuestras sandalias










A veces vemos “el agujero de nuestras sandalias”; y pensamos cómo voy a seguir, a dónde voy

Muchas veces al examinar nuestra vida, vemos fallos grandes o pequeños, debilidades grandes o pequeñas, enfermedades, nos vemos solos, aunque  en apariencia no lo estemos, nos vemos humillados, ninguneados
Todos nos fallan, y, los que no nos fallan, mejor que fallasen
Vemos que “nuestras sandalias tienen agujeros”, y, pensamos a donde voy, como seguir

Pues bien, es el momento de armarse de valor de “remendar las sandalias, de tirarlas si es preciso de comprar otras, o de caminar descalzos, es decir de empezar de nuevo, aunque cueste, aunque sangren los pies

Sabiendo que nunca iremos solos, al lado va siempre nuestro Cirineo, no el ángel de la guarda sino nuestro Hermano Jesús