Acoger a Cristo es recibir y acoger su Palabra, su Voz que nos llega por La Escritura que recibimos en La Iglesia, Cuerpo no en la iglesia templo, Esa Palabra que es él mismo y que esta formada por La Escritura, y, La Tradición viva, la Tradición divino apostólica, a veces hay quienes confunden esta Tradición que es Palabra viva de Dios, con la tradición de las rosquillas de San Blas o el pan de Santa Rita, es como confundir un gato con el inventor de la penicilina
Acoger a Cristo es acoger esa Palabra, acoger su interpretación recta a la que la personal se ha de someter, y, esa compete en primer lugar al Papa, y, los obispos y todo el Pueblo santo de Dios en comunión con él
Acoger a Cristo es recibir y aceptar sus Sacramentos; es orar con él al Padre, y, orarle hablar a él
Es guardar su Palabra no en un cajón, no que nadie la toque, al contrario tiene que llegar a todo el mundo, transparentandola por la vida en primer lugar, luego por la palabra, que ha de ser eco de La Palabra, buscar que sea guía de mi vida, de nuestra vida, no es El Quijote, ni La Eneida, es La Palabra de un Dios vivo, eso es acoger a Cristo,
Y de eso sabe mucho y es catedrática nuestra Madre Santa María