La Iglesia tiene que mantener vivo el Fuego de La Fe, más que conservar sus cenizas. La Iglesia es decir todos los que la formamos pero con distintos grados de responsabilidad, primero
La Jerarquía el Papa y los obispos en comunión con él, luego todos los cristianos en comunión unos con otros, y, en comunión con Pedro, y, con los que están en comunión con él, tiene, tenemos el deber de mantener vivo el Fuego de La Fe, de La Fe apostólica, no de las revelaciones privadas, no de lo que dijo tal o cual aparición, sino lo que dice Dios hoy en la Escritura, y, en la Tradición viva de La Iglesia, tenemos que vivir el Evangelio en plenitud, recuperar la frescura del principio, más que conservar sus cenizas, tradiciones meramente humanas, lastres que hemos ido pegando a la Barca.
Tenemos que ser Iglesia en movimiento, sólo hay que ir al Libro de Los Hechos, para ver como se movían.
Dejarnos llevar por El Espíritu del Señor