Jesús nos recuerda a cada uno que
somos sal, y, nos dice que la sal si se vuelve sosa no vale para nada, la sal
evita la corrupción de los alimentos, por eso es símbolo de La Sabiduría de
Dios, un Don del Espíritu Santo, pero que también se identifica con La Segunda
Persona El Logos, o, Verbo con Jesús
Como no soy química ignoro porque
procesos se puede la sal volver sosa, pero si, lo sé con respecto a mí
Me vuelvo sosa, no llevo el
Evangelio discretamente sin que se note, porque la sal, si está bien, realza el
sabor del alimento, ella pasa oculta, pues cuando no cristianizo la sociedad,
haciendo que afloren los buenos valores que hay en ella, o cuando salitro, como
la comida que no se puede comer porque se fue la mano con la sal
No hay que “beatizar” a la
sociedad, hay que cristianizarla, hay
que humanizarla
Yo no puedo adaptarme a lo que
hace la gente, la sociedad tengo que sin que se dé cuenta transformarla al
bien, si no lo hago, soy sal, pero sosa.