El Grito. Por Chiara Lubich
“Conozco a Cristo, y, este
crucificado”
Tengo un solo esposo en la
tierra; Jesús abandonado. No tengo otro Dios fuera de él. En Él está todo el
Paraíso con la Trinidad, y, toda la tierra con
la humanidad.
Por eso lo suyo es mío y nada
más.
Y suyo es el dolor universal, y
por tanto mío.
Iré por el mundo buscándolo en
cada instante de mi vida.
Lo que me hace daño es mío
Mío el dolor que me roza en el
presente. Mío el dolor de las almas que están a mi lado (ése es mi Jesús). Mío
todo lo que no es paz, gozo, bello, amable, sereno… en una palabra lo que no es
paraíso. Porque yo también tengo mi Paraíso, pero es el que está en el corazón
de mi esposo. No conozco otros.
Y, así por los años que me quedan
sedienta de dolores, de angustia, de desesperaciones, de melancolías, de separaciones, de exilio, de abandonos, de
tormentos, de todo lo que es Él, y Él es el pecado, el infierno
Así enjugaré el agua de la
tribulación en muchos corazones cercanos, y, por la comunión con mi esposo
Omnipotente también lejanos.
Pasaré como Fuego que consume lo
que ha de caer y deja en pie sólo la verdad.
Pero es necesario ser como Él:
ser Él en el momento presente de la vida.
Chiara Lubich. Fundadora del
movimiento Focolar
( el grito Ciudad Nueva año 2000,
republicado en Ciudad Nueva año 2008
abril)