Hombre entre los hombres.
He aquí lo más fascinante de nuestro tiempo: penetrar en la más alta
contemplación y permanecer mezclado con todos los hombres
Diría aún más: perderse en la muchedumbre para impregnarla
de lo divino como se empapa un trozo de pan en vino
Diría aún más: siendo partícipes de los designios de Dios
sobre la humanidad, trazar en la
multitud estelas de luz y, al mismo tiempo, compartir con el prójimo la injuria,
el hambre, los golpes, las breves alegrías.
Porque lo fascinante de nuestro tiempo, como de todos los
tiempos, es lo más humano y lo más
divino que se puede pensar:
Jesús y María:
El Verbo de Dios, hijo de un carpintero;
La Sede de La Sabiduría, ama de casa.
Autora Chiara Lubich, fundadora del movimiento Focolar
(Meditaciones 10ª ed pp 11-12, Cf la doctrina espiritual)
Publicado en Ciudad Nueva abril 2008